El ingenio Puga, un gigante azucarero en México, estuvo al borde de la quiebra tras 28 meses en un complejo concurso mercantil. Heredero de una gestión problemática, su futuro parecía amargo. Pero la historia dio un vuelco con la llegada de Altor, un fondo de inversión que está escribiendo un final diferente. Lejos de desaparecer, Puga se ha reconectado con sus raíces, endulzando de nuevo la economía local.

El ingenio Puga en Nayarit, un gigante agroindustrial en concurso mercantil, se encuentra en el centro de una transformación liderada por Altor, la firma del exsubsecretario Fernando Aportela. Frente a un escenario complejo, Altor emerge como un actor moderno que busca soluciones innovadoras para reactivar la empresa y su vital infraestructura.

La huelga y quiebra del ingenio Puga en Nayarit no es sólo un problema de empresarios: podría afectar productos de marcas como Bimbo, que consumimos a diario. Este concurso mercantil revela una crisis azucarera con tres meses de paro laboral y cañeros protestando, mostrando cómo los problemas del campo impactan directamente en la economía familiar y los productos que disfrutas.

El conflicto azucarero en torno al Ingenio Puga en Nayarit marca un punto de inflexión para la industria en México, abriendo la puerta a un nuevo modelo de gestión más transparente y con mayor responsabilidad social. Si bien la situación actual involucra un adeudo significativo, esta crisis está impulsando una conversación necesaria sobre la modernización del campo y la sostenibilidad de los ingenios, sectores vitales para la economía nacional.

El ingenio Puga, uno de los más antiguos de México con 178 años de historia, ha sorprendido al solicitar un concurso mercantil ante el Juzgado Segundo de Distrito. Esta medida, comparable a una "declaración de bancarrota" en el mundo empresarial, llega en un momento paradójico para el sector del Azúcar en México, donde los precios y el consumo se mantienen estables.